Actitudes Que Embellecen Tu Rostro

1 Juan 4:7-8 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”.

¿Alguuna vez has tomado una encuesta de una compañía o restaurante? Esas encuestas donde te preguntan acerca del desempeño de su trabajo y calidad de servicio. Se hacen para saber si estas satisfecha con su trato, su servicio, la limpieza del lugar, su producto y su tratamiento.

¿Qué si Jesús hiciera este tipo de encuestas de satisfacción a tu esposo, hijos, amigos o a cualquiera que entra en contacto contigo? Me imagino que el cuestionario se miraría de la siguiente manera:

¿Que diría la encuesta acerca de ti llenada por la gente de tu alrededor? ¿Conservarías tu trabajo como cristiano? ¿O serias la primera en perderlo?
Yo no quiero fallar. Y Dios nos ha llamado a ser luz en medio de un mundo oscuro. Pero ¿Cómo podremos agradar al Señor en nuestro trato con los demás? No viene por naturaleza. Por naturaleza andamos detrás de nuestros propios intereses. Por eso tenemos que ser llenos del Espíritu Santo. Así que pídele a Él que te llene y controle.

1. ¡Sonríe!, El rostro de Moisés brillaba porque pasaba tiempo con Dios. No te cuesta nada sonreír, y por cierto, sonriendo te miras mas hermosa.

2. ¡Ama a otros!
1 Juan 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. “Por supuesto hermana Cathy, amo a mi esposo, amo a mis hijos…”. Pero no estoy hablando de aquellos que nos aman, estoy hablando de aquellos que son difíciles de amar. Ama a esa persona que te critica, a aquella que te ha lastimado. “¡Pero como amarlos, si no lo merecen!”, “¡No son parte de mi circulo!” “¡son raros!” etc… Podemos poner miles de escusas para no extender el amor divino que Dios nos dio a nosotros. No merecemos su amor, pero a pesar de que Él sabe como somos en verdad, Él nos regala Su amor. ¿pero como podemos amarlos?

A. Ora por ellos. Pídele a Dios amor sincero para ellos.
B. Prepara una palabra y acción buena para ellos.

3. ¡Deja de ser chismosa!
Deja de hablar de otros. Es pecado. No es algo que esta bien. Es una de las cosas mas diabólicas que uno puede hacer es chismear y calumniar a otro. Y déjame decirte que he escuchado hermanas tratando de justificarse diciendo, “pues yo no digo nada, solo escucho…” Hermana querida, eso es un grave error, son iguales, las que escuchan como las que cuentan – en hebreo la palabra chismoso significa el que “carga cuentos” el que los carga es, tanto el que los escucha, como el que los cuenta. Aquí te doy unas frases para ayudarte a parar el chisme.
En el momento en que alguien te comienza a contar un chisme hazle las siguientes preguntas:
Hermana, ¿Por qué no vamos y hablamos con la persona de la que estas hablando de este asunto? Hermana, ¿eso es importante para ti?
Hermana, si puedes controlar tu boca, puedes cambiar tu patrón de ser chismosa, encuentra otro pasatiempo. Dice Filipenses 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

4. Practica perdón divino
Perdón divino es el tipo de perdón que hemos recibido. 1 Juan 4:9-10, “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él. (10) En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Dios nos ha perdonado todos nuestros pecados, que han sido contra Él. ¿Cómo es posible que después de recibir su misericordia, somos tan lentos en perdonar?

El problema es que perdonamos en nuestras fuerzas y manera de pensar, en lugar de orar y pedir perdón a Dios por esta persona. ¿sabes porque no puedes perdonar? Por orgullo. Orgullo es lo que me dice, “ellos no debían haberme hablado así… ellos no tienen derecho de tratarme así… a nadie le importa lo que hago, nadie me aprecia… estoy sola… etc…”. Esto es orgullo y falta de amor por Cristo. Salmos 119:165, “Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo”. La palabra “tropiezo” es traducida también como “ofensa” – si amamos a Cristo y su ley, no tendremos porque ofendernos. Aprende a perdonar.

Hermana quiero animarte a que dejes que la belleza de Cristo y Su amor, perdón y gracia influyan en como tratas y respondes a cada persona que cruza tu camino. Tal vez nadie le dará una encuesta del consumidor a la persona que trato contigo, pero Dios nos esta mirando y nos ha dado al Espíritu Santo para ayudarnos y consolarnos. Efesios 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.

Cathy Flores
Iglesia Bautista Victoria, Oregon City

 

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