Algunos dirán: “El amor no está en mi”, “Mi esposo ha hecho cosas imperdonables”, “No siento nada por él”, “Así soy yo y no quiero cambiar”
Muchas mujeres se rehúsan a olvidar y perdonar a sus esposos. Viven una vida de infierno, solamente por no querer olvidar el pasado y confiar en Dios. Cuando una mujer es presa del pasado, no da oportunidad al alfarero para que la cambie y la transforme en una nueva mujer en Cristo.
Dios nos ha mandado a amarnos los unos a los otros sin condiciones. Él nos ayudará y nos enseñará como amar. Simplemente confié en Él y obedézcalo con un corazón dispuesto y humilde delante de ÉL.
1. Ore por su matrimonio.
Si tiene una relación con Dios, va a poder amar como Dios ama.
Sea sincera con Dios, dígale: “no lo amo pero voy a amarlo porque tú lo mandas.” (El amor es una decisión, no un sentimiento).
Dios nos ama a nosotras con todas nuestras fallas, debilidades y ofensas. Usted puede escoger amar a su esposo y renovar ese amor con la ayuda de Dios.
Piense cuando lo conoció, ¿qué fue lo que le atrajo de él?
Cultive su amor como era antes, perdone sus fallas, déselas a Dios. Entierre su pasado. Quizá usted tiene que perdonarse a sí misma. Quizá usted no puede manifestar amor a su esposo por un pecado en su pasado en el área de pureza.
Entregue su pasado a Dios.
Yo tenía miedo de amar por no ser herida. Mi padre causo mucho dolor en nuestro hogar. Mi mamá me decía: “todos los hombres son iguales, ten cuidado”. Llegue al matrimonio con mucho temor de ser herida. Me di cuenta de que no podía vivir de esta manera, y que no es verdad que todos los hombres son iguales.
Dios me bendijo con un hombre que ama a Dios y que a través de los años me ha demostrado su amor. Tuve que poner mi confianza en mi Dios y aprender a amar como Dios ama. Mis padres aprendieron a hacer lo mismo y en Cristo vivieron con un amor renovado en Él.
Gócese con su esposo en el matrimonio, pídale perdón y amelo. Piense siempre en lo bueno. El amor es la respuesta.
Empiece a ponerle atención, manténgase amándole porque él será con quien se quedará el resto de su vida. Dele notas de amor, sorpréndalo de vez en cuando haciendo algo especial para él.
2. Considérelo.
A) Cuando venga del trabajo, hágalo sentirse confortable, sáquele los zapatos, dele un vaso con agua, café, o jugo (lo que a él le guste), dele un masaje, recíbalo con un beso y lógicamente manténgase bonita.
Yo sé lo que está pensando; ¿Y quién me va a hacer sentir confortable a mí?
Hay dos clases de personas en este mundo en relación con el amor. ¿Qué clase de persona es usted?
La que dice: “Ámame a mi”, es aquella que siempre piensa en el “YO”, “pónganme atención a mí”, “ámame a mí”, “y qué de mí”.
La que dice: “Yo te amo”, “déjame que yo te sirva”, “déjame ponerte a ti como alguien más importante que a mí misma”.
Recuerde que su esposo trabaja ocho horas, por lo menos usted tiene tiempo de descansar en casa cuando se siente cansada, él no. Considérelo cuando llegue a casa.
El deseo más grande que él tiene, es el de descansar, no de lavar platos, cambiar pañales, etc. Dele la libertad de descansar. Él la apreciará a usted, mucho más.
B) Haga de la cena un momento agradable para él y su familia.
Tenga comida siempre lista cuando el llegue a casa.
La cena, no es tiempo para quejas o problemas.
Tiempo dé cena, no es tiempo de disciplinar y avergonzar a los hijos.
C) Considérelo en el dinero.
¿Sabe cuánto gana?
¿Sabe cuánto se paga de renta?
¿Sabe cuánto hay en deudas?
No necesariamente se trata de que él le de cuentas de todo de lo que él hace, sino que trate de ser considerada con él.
Ellos tienen presión para proveer para nosotras. El proveer para su familia, es muy importante para ellos. Busque maneras de ahorrarle dinero en la comida, ropa, etc. Aproveche los especiales.
Sea considerada en lo que gasta, para el hogar, para sus hijos y para usted.
3. Hónrelo.
Diríjase a él con respeto. Si tiene algo que decirle, hagalo con un espíritu dulce y en privado, “nunca enfrente de la gente”.
4. Sea siempre cortés y no demandante.
Use palabras como gracias y por favor, deje que le abra la puerta del carro, siéntese con él.
5. Elimine cosas irritantes, contiendas y oposiciones.
Tengo que saber qué es lo que le molesta a mi esposo y quitar esas cosas irritantes de mi persona. No se quede usted con el resentimiento (Efesios 4:26-27) “airaos pero no pequéis” controle su temperamento – no trate de dirigir la situación con llantos, amenazas y trate de comprenderlo a él, sus deseos y sus sentimientos.
6. Cultiven intereses mutuos
Si a él le gusta pescar, aprenda… Si le gusta el deporte, instrúyase acerca del deporte favorito de su esposo y acompáñelo a ver un juego de pelota.
7. Cultiven una vida espiritual juntos.
Oren y ganen almas juntos. Hablen de sus metas, sus planes, manténgase cerca del Señor, ore por él todos los días, apóyelo en sus deseos y sueños.
8. Decida que se va a someter por amor.
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. 1 Juan 4:18
9. Ame a su esposo en la manera que Dios nos ama a nosotros.
“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. 1 Juan 4:16
10. Perdone y olvide.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. Efesios 4:32
11. Clame la fortaleza y la ayuda de Dios a diario. “No se dé por vencida”
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10
12.Vaya con su cónyuge, y comience a llevar a cabo la reconciliación en las areas de conflicto que están estorbando en su matrimonio.
¿Con quien empiezas? ¡Contigo! Jesús dijo: “saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”. Mateo 7:5
Si su deseo es poner las cosas en orden, haga lo siguiente: tome un papel y apunte sus faltas en su matrimonio. Sea transparente consigo misma y con Dios. ¿Qué ha hecho que ha ofendido a su cónyuge? ¿En que aspectos no ha obedecido la palabra de Dios? ¿Hay algo que no ha hecho que muchas veces se le ha pedido hacer?
Ya que haya identificado sus fallas, vaya y pida perdón de su cónyuge por esas faltas. No señale las faltas de su cónyuge; confiese las suyas (Santiago 5:16). Esto ablanda el corazón de la otra persona, ayudando a estimular una respuesta parecida en su cónyuge, para que identifique también sus fallas. Si esto no sucede, ore por él. Aclárele que usted quiere cambiar el rumbo de su matrimonio y renovar ese amor entre los dos.
13. Estimule a su cónyuge al amor.
“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”. Hebreos 10:24.
Es fácil estimularnos al enojo y a las malas obras; pero para estimular a su cónyuge al amor requiere del poder de Dios. Se necesita el amor de Dios reinando en su corazón para poder sujetar sus motivos egoístas. El amor estimula a otros a amar, y soluciona el problema de la falta de acción. La palabra “estimular” significa “animar”, “avivar”. Cada acción de amor es como si echara combustible al fuego del amor. De esta manera se renueva el amor día a día.
14. Decida dejar de hacer las acciones malas que ha estado haciendo.
Si quiere renovar el amor, necesita mantenerlo vivo. Él necesita ver un verdadero arrepentimiento en el corazón de usted. Cualquier cosa que sea contraria a la Palabra de Dios, déjela de hacer. Tiene que cambiar su egoísmo en sentido opuesto. Pablo dijo que debemos hacer “obras dignas de arrepentimiento” Hechos 26:20.
15. Procure hacer mantenimiento preventivo diariamente.
No vuelva a las costumbres de antes, si siempre lleva la contraria, es tiempo de callar, esto apagara el amor entre los dos si no hay cambios. Si ama a su cónyuge, va a querer invertir tiempo y esfuerzo para renovar un matrimonio frío y profundizar la relación entre los dos.
Así como se mantiene un buen fuego mediante vigilancia y atención, también así tiene que ser diligente, mostrando todos los días afecto y consideración. Es un trabajo de todos los días.
16. Vuelva a su primer amor con Cristo.
Jamas tendremos un matrimonio renovado si ambos no tienen una necesidad de renovación espiritual. Donde existen conflictos no solucionados, ahí existe el rencor, donde existe el rencor, no ha entrado el perdón. Si no ha entrado el perdón, hay un corazón duro, con actitudes como estas, ¡Claro que su relación con Dios prácticamente no existe!
No puede decir que ama a Dios, y al mismo tiempo tener rencor y odiar a su cónyuge (1 Juan 4:20).
La dureza de su corazón hacia su cónyuge, pone estorbo en su relación con Dios, lo cual destruye toda posibilidad de lograr un cambio de renovación. Jesús dijo: “…separados de mí, nada podéis hacer” (Juan 15:5).
Si en verdad quiere renovar su matrimonio, necesita volver a su primer amor con Cristo (Apoc. 2:4-5). Dios es amor (1Juan 4:7-8). ¡Él es la fuente del amor! No puede dar lo que no tiene; necesita que Él le de el amor que falta en su matrimonio. Primero, reconcíliate con él en cuanto a cualquier resentimiento que tenga en su corazón. Pida su perdón por la dureza de su corazón y por el rencor que ha guardado contra su cónyuge.
Andando en reconciliación con Dios, sentirá el poder de Su amor obrando en usted. Entonces tendrá el poder para poner en acción lo que Dios pide de usted. Acuérdese, “Dios es el que en ti produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13).
Si usted ve que quizás usted es el problema, tiene que cambiar. Humillándose delante de Dios, pídale Su perdón, que tome control de su vida y de su matrimonio, que la llene con Su Espíritu, haciéndola la mujer que Él quiere que sea. Solamente así podemos renovar el amor en nuestro matrimonio.
Preguntas para hacerse a sí misma:
¿Lo comparamos con otros?
¿Insistes en tener tus propios caprichos?
¿Haces de una situación pequeña algo grande?
¿Eres cortes y dulce con los familiares de él y sus amistades?
¿Cultivas un interés en lo que le interesa a tu esposo?
¿Demuestras tu amor en cosas que dice y en cosas que hace?
¿Criticas a tu esposo delante de otros?
¿Pasan mucho tiempo juntos?
¿Eres cortes y amable en el hogar?
¿Estás dispuesta a pasar por alto sus fallas y alentarlo en vez de criticarlo y quejarte?
¿Tomas tiempo regularmente para orar y examinar tu propia vida y decidir en que áreas necesitas mejorar y ser una mejor esposa.
Mi oración es que esto le ayude y la guie a renovar el amor en su matrimonio.
Hna. Miriam Salazar
Directora Ejecutiva, La Mujer Virtuosa